Las Palmas con ambos jugandóse la permanencia, siguieron un ascenso en la temporada 1975-76, un nuevo descenso en la 1976-77 y otro ascenso en la 1977-78. Un ejemplo de la gran crisis en la que estaba inmerso el club es que el máximo goleador del equipo en la temporada 1976-77 fue el guardameta Carlos Fenoy con cinco tantos. Desde este día, los bombardeos se intensificaron y se sucedieron en varias ocasiones, llegando al final de la guerra a los 442 bombardeos sobre la ciudad.