El 2 de mayo de 1903, coincidiendo con la conmemoración del levantamiento de los madrileños contra la ocupación francesa, se disputó el primer partido entre los 25 socios que lo formaban, excepto el tesorero Enrique Goiri que hizo las funciones de árbitro. Tras el gol, volvieron a cambiar las tornas. Al comienzo del segundo tiempo, el juego continuó desarrollándose de la misma forma. El Barcelona dominaba, empujaba y, a base de fuerza y ganas, maniataba el buen juego de los rojiblancos.