Aquella temporada el formato variaba ligeramente: el primero se clasificaba para la Copa de España, mientras que el segundo y el tercero deberían jugar una fase previa. Fue una Liga muy emocionante. En la decimotercera jornada, después de vencer al Sevilla por 2-1 en el Metropolitano, se colocó segundo a dos puntos del líder, el Oviedo. Sin embargo, tras la derrota en la séptima jornada, el 9 de enero de 1933 contra el Murcia en la Condomina, el conjunto rojiblanco se colocó penúltimo en la clasificación.