Producido con materiales de la más alta calidad, desde el grosor de la tapa con laminación de tacto suave, hasta la preciosa caja que conserva la historia, la historia del Atlético de Madrid, para ser conservada y transmitida por generaciones. De esta forma, fue habitual que en las primeras ediciones disputadas por los vascos se alinearan jugadores de la sucursal de Madrid (así, la Copa de 1904, vencida por el club bilbaíno, contó con más jugadores convocados del equipo madrileño que del bilbaíno).