Su entrenadora, María Vargas -que había sido jugadora del Atlético Villa de Madrid- junto con la guardameta del equipo, Lola Romero, apoyadas por las 36 jugadoras pertenecientes al primer y segundo equipo de la sección femenina del Coslada, que se habían quedado sin club, convencieron a los directivos del Atlético de Madrid para que reiniciaran un equipo femenino. Tras realizar por primera vez una gira por Europa en 1927, segunda equipacion atletico de madrid 2023 Peñarol volvió a alzarse con el Campeonato Uruguayo en 1928 y 1929. En este último año se declaró a Julio María Sosa como primer presidente honorario del club.